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20 de diciembre de 2010

Viaje a japón Dia 11 - Vuelta a nuestros lugares favoritos!

Pinball de Super Mario World (puntuación de Rául)
 Tristemente éste fue el último día de nuestro viaje. Aunque quizás por ello, fue uno de los más entrañables. Dedicamos parte de la mañana a pasear por Ginza y jugar un poco a las máquinas recreativas que había en los locales de la zona.







Seguidamente, fuimos al Pokemon center donde queríamos comprar alguna cosilla a mi hermanito. Lo encontramos rapidamente puesto que estaba localizado muy cerca de una estación de metro. Al entrar comprobamos que la tienda en sí distaba mucho de Centro Pokemon puesto que solo tenía pokemons a la venta. Yo esperaba encontrarme una zona de venta de pokemons, pero tambien esperaba un area para que los niños jugaran a pokemon e incluso algun gadget donde pudieses conectar tu nintendo DS y descubrir diferentes cosas como ver tus pokemons en grande, como de felices son, ...Aún así, la tienda no tenía desperdicio, estaba dotada de una decoración cuidada hasta el último detalle y poseía todos los pokemons habidos y por haber. Además de que, al comprar algo, te envolvían tu pokemón para regalo con sumo cuidado y te daban una magnifica bolsa del centro pokemón.


Entrada al Centro Pokemón
Cute bolsitas de pokemón (A mi me dieron la amarilla)





A la hora de comer, nos dirigimos de nuevo a Odaiba puesto que fue nuestro rincón favorito de Tokio. Queríamos volver a comer en el local del ramen e ir a ver la tienda panasonic, que era más o menos igual de grande que el edificio Sony de Ginza. No se si comenté en el  día 3 que dentro de odaiba podías moverte en un tren sobre railes  que se encontraba a unos 15 metros del  suelo, algo parecido al sistema DLR de Londrés y que podías comprar un billete de día para viajar sobre él. El día 3 no lo pagamos y como el billete individual era carísimo no pudimos viajar por todas las zonas de odaiba que quisimos ver. Así que esta vez lo compramos sin dudar. 


¡Raúl a punto de empezar a comer con palillos!
Fuimos a comer al local de ramen y, aunque Raúl se nego a reconocerlo, él también deseaba que hubiese que esperar y ser llamado Raul-sama (una  experiencia mucho más gratificante de lo que pueda parecer a simple vista). Desafortunadamente para él, al ser domingo no había mucha gente y nos sentamos inmediatamente.



Terminamos de comer, y como dos buenos golosos, fuimos a tomarnos un delicioso helado a la japonesa. En japón, incluso las heladerías son peculiares, los helados podías tomarlos de la forma tradicional en un tarrina o en una galleta de chocolate. Sin embargo, no era posible pedir un cucurucho, es decir que algo tan normal en España como es pedir un cucurucho no era posible allí. Debo admitir, que el helado en si tenía mejor pinta que sabor y que a menos que fueramos a una mala heladería los helados españoles son mejores. Justo después de acabárnoslos, dimos una vuelta por el Venus Fort, vimos que habían puesto una exposición de Blythe y como tengo una amiga a la que le encantán tomé un montón de fotos que pondré en un post dedicado a estas fantásticas muñecas. 

Raúl pidiendo los helados (fijaros bien en las letras en castellano)
 Después fuimos a ver la exhibición de coches de Toyota mega web. Podías llegar a  perderte en las galerias inspeccionando modelos diferentes de Toyota desde los clásicos hasta los nuevos modelos que tienen previsto sacar en unos meses, un 'must see' para los aficionados a los coches.
Entrada al megaweb

Llegamos con mucha ilusión al centro panasonic a eso de las 19h aunque desafortunadamente el centro se encontraba cerrado, al menos pudimos ver el edificio y el escaparate de la planta baja.

Centro panasonic
Volvimos sobre nuestros pasos y nos dirigimos a los Decks de Sega. Allí descubrimos otro parque de atracciones similar al Joypolis llamado Muscle Park. Dividido en nueve zonas, puedes poner a prueba tu forma física y tu puntería en una variedad de deportes y desafios, hay incluso una sección para poner a prueba tu cerebro, otro ver como trabajas en equipo y por supuesto una específica para niños pequeños. 



Entrada al parque del músculo
Ilustración de las diferentes attracciones







Para terminar, nos dirigimos a la playa artificial de Odaiba localizada justo enfrente de los decks y donde había un chiringuito, muy barato por cierto, para cenar contemplando el mar y el rainbow bridge. El tiempo era fantástico, escuchar el sonido de las olas chocando con la arena, sentir tus pies mojados en un lugar tan diferente a España  y a la vez tan parecido en cosas como esta fue toda una experiencia. Creo que fue la mejor despedida de Japón para mi. 

Panorámica
Edificio Fuji
Parejas contemplando el puente arcoiris

A los que habeis estado leyendome durante estos cuatro meses, quería deciros que deseo de corazón que os haya gustado. Voy a intentar seguir escribiendo más posts sobre Japón puesto que hay muchísimas cosas que no he mencionado, curiosidades, ... Y también me gustaría poder expandirme más en otros tantos. 

Raúl despidiendose de Japón
¡Hasta pronto!