Viaje a Japón - Día 1 - Llegada

Hola a todos, hace muchisimo tiempo que no escribo. Y lo hago ahora con motivo de un acontecimiento especial. Mi viaje a Japón. Sí, por fin nos animamos a ir, a todos los que os lo estéis pensando os recomiendo encarecidamente que vayáis, no tengo palabras para describir lo fantástico que fue todo.

El día 25 de agosto de 2010 cogimos el vuelo a Japon, despues de 12 duras horas de avión en las que no pudimos pegar ojo llegamos allí. Lo primero que me llamó la atención, fue la altura de los japoneses, eran mas bajitos de lo que imaginaba. Casi todos los chicos eran mas bajos que yo, es cierto que soy alta pero no para tanto. Una vez pasados los controles de seguridad cogimos el autobús, o mas bien una limosina-autobús con sillones de piel y espaciosos asientos, que nos dejaba en la puerta del hotel y se encargaban de subirnos y bajarnos las maletas.

Llegamos al hotel a eso de las 12 p.m hora local, el check-in no era hasta las 14 p.m asi que decidimos intentar dejar las maletas y dar una vuelta por la ciudad hasta que pudieramos ocupar la habitación. Total, que fuimos para la ventanilla y después de que la recepcionista que nos atendió se disculpara varias veces por no tener una habitación lista, nos ofreció en un inglés no muy bueno una de las suite del hotel localizada en la planta 29, obviamente nos quedamos flipados. Raúl pensó que tenía que ser algo momentáneo (solo hasta las 14h) o que nos cobrarían más dinero. Todo lo contrario. Fue como un sueño hecho realidad y nos la dejaron para los cuatro días que ibamos a pasar allí.

Después de asentarnos un poco, decidimos comer en el restaurante del hotel, que era un poco caro pero a 40 grados y sin dormir no era plan de buscar un restaurante. Lo cierto es que no nos arrepentimos, el restaurante estaba localizado en la planta 40 y tenía unas vistas impresionantes del centro de Tokyo,El servicio fue impecable y la comida deliciosa, realmente lo recomiendo aunque no te alojes en el hotel (Grand Prince Akasaka) ~^^~ .



Al terminar de comer, fuimos al barrio friqui de tokio, Akihabara. Nos habían contado maravillas de él y llegamos dispuestos a echar un primer vistazo para volver otro día y arrasar con las tiendas. En la foto podéis verme por las calles de Akihabara, habia muchísimas tiendas de electrónica y muchas chicas iban vestidas como las protagonistas de los animes y videojuegos. El ambiente era mágico. Las tiendas me parecieron un poco pequeñas, con pocos metros cuadrados a lo ancho pero con muchas plantas, casí todas tenían un mínimo de siete. Puedo decir que nos pusimos en forma, porque todos los carteles en donde anunciaban lo que había en cada planta estabán en japonés y tuvimos que ir una por una para ver si encontrábamos algo de nuestros personajes favoritos. Debo decir que había ascensor en casi todas las tiendas, pero eran pequeños y lentos así que no merecía la pena.

Por último, volvimos al hotel y vimos el capítulo semanal de Naruto en directo. Puedo confirmar que tiene muchísima publicidad tres cortes en 20 minutos, justo después del opening, en el medio y antes del ending. De todas formas cada corte es de dos o tres minutos asi que tampoco nos importó mucho. Al terminar el capítulo contemplamos las impresionantes vistas de tokio de noche y nos fuimos a dormir a las 20h de la noche. Un poco pronto, pero teniendo en cuenta que llevabamos 18 horas despiertos bastante aguantamos :).


Una curiosidad que se me ha olvidado mencionar, es el tema de los waters. Y es que tienen waters 2.0. Me explico, practicamente todos los waters tienen de serie varios botoncitos que disparan chorritos de agua templada para limpiarte despues de hacer tus necesidades, viene genial es como tener el bidet de serie. Algunos tenían un botón para calentar la tapa y otros incluso tenían un botón que hacía sonar música, como de agua cayendo creo que es porque a las japonesas les da verguenza que las escuchen haciendo pipi.




Bueno y esto es todo por hoy, en los próximos días ire añadiendo lo que paso en el resto del viaje. No dudeis en escribirnos comentarios preguntándonos lo que os apetezca.